Los Detroit Pistons rompen definitivamente el maleficio: de ser el peor equipo de la NBA a ganar 17 años después en los ‘playoffs’ | Baloncesto | Deportes

Hacía mucho tiempo que Detroit no vibraba de esta guisa con su equipo de baloncesto, en la que es probablemente una de las mayores sorpresas de la NBA esta temporada. La sufrida y trabajada victoria de los Pistons por 94-100 sobre los New York Knicks no solo derrotó a sus rivales sobre la pista, sino que espantó definitivamente los fantasmas que han rodeado a la franquicia durante casi dos décadas, el mismo tiempo que ha transcurrido desde el último de sus tres campeonatos en la liga estadounidense. Hacía 17 años que el equipo de Michigan no ganaba en los ‘playoffs’, y el triunfo corta una racha de 15 derrotas consecutivas en la fase final de la competición, la peor de toda la historia.

El triunfo comandado por el base y número uno del Draft de 2021, Cade Cunningham, autor de 33 puntos y 12 rebotes, empata a uno el enfrentamiento contra los neoyorquinos rumbo al primer partido en casa de Detroit en unos ‘playoffs’ en seis temporadas. “Es un sentimiento magnífico, es bonito representar a la ciudad como lo hicimos esta noche, es algo que allí llevaban esperando mucho tiempo, así que nos sentimos bien por ello y estamos preparados para volver a casa y dar un buen espectáculo”, apuntaba el jugador estadounidense de 23 años. Desde 2008, coincidiendo con la gran crisis financiera mundial que deslocalizó a la poderosa industria automotriz, la ciudad y su afición no habían podido celebrar una victoria que va más allá de la anécdota.

La resurrección de los Pistons esta temporada roza el milagro vista su lamentable situación hace apenas un año. Últimos clasificados en la NBA, con 14 triunfos y 68 derrotas, despedían a Monty Williams, el entrenador mejor pagado de la historia —13 millones de dólares al año— contratado esa misma campaña. Llegaron a acumular 28 reveses consecutivos durante la temporada regular, otro tope histórico de la competición, y firmaron el peor registro de victorias de la franquicia. Un año después, con un grupo de jóvenes promesas y veteranos descartados por otros equipos, compiten y convencen en la fase final tras convertirse en el primer equipo que consigue triplicar su número de triunfos (44) en la fase regular y clasificarse para los ‘playoffs’ evitando la repesca del ‘play-in’ en sexta posición.

Dennis Schroder, MVP del último Mundial de baloncesto en 2023 con la campeona Alemania, con un triple a 55 segundos del final para romper la igualada en el marcador, enmudeció al Madison Square Garden y subrayó una vez más el hito de unos Pistons que nadie vio venir. El base de Braunchweig, autor de 20 puntos anoche partiendo desde el banquillo, empezó el curso con los Brooklyn Nets de Jordi Fernández y fue traspasado en tres ocasiones (pasando por Warriors y Jazz) hasta recalar en Detroit a comienzos de febrero, convertido a sus 31 años en una de las voces autorizadas del vestuario. J.B. Bickerstaff, su entrenador, ha sido capaz de lograr aquello que se les resistió a sus ocho predecesores en el banquillo, ganar un partido de ‘playoffs’.

Los Pistons, a pesar de lo que indica el casillero, llegaron a dominar por 15 puntos en su segundo asalto en Nueva York, y en el primero ganaban por ocho cuando los Knicks reaccionaron con un parcial de 21-0 para adelantarse en la eliminatoria. En el quinteto titular de Detroit, tres veinteañeros —Cunningham; Ausar Thompson, número cinco del Draft de 2023; y Jalen Duren, número 13 del Draft de 2022— comparten protagonismo con otros dos veteranos reciclados como Tim Hardaway Jr. (33 años), excompañero de Luka Doncic en los Dallas Mavericks finalistas de la NBA el curso pasado, y Tobias Harris (32), excompañero de Joel Embiid en los Philadelphia 76ers las últimas seis campañas.

Después de haber sido los últimos clasificados de la Conferencia Este en tres de las últimas cinco temporadas, el renacimiento de los Pistons ilusiona a la ciudad de Detroit por primera vez desde la desbandada del proyecto que logró el campeonato en 2004 con Chauncey Billups al mando de las operaciones en pista y Larry Brown en el banquillo. Al igual que entonces y también durante la época dorada de los ‘Bad Boys’, la defensa y la intensidad física sobre la pista son las señas de identidad del proyecto que ha devuelto la esperanza a ‘Motor City’.

En el otro enfrentamiento de la madrugada en la NBA, Los Angeles Clippers igualaron la eliminatoria con los Denver Nuggets con una victoria a domicilio por 102-105 (1-1), cerrada con una suspensión decisiva de Kawhi Leonard, autor de 39 puntos y 5 asistencias, a 54 segundo del final. Nikola Jokic, con un triple-doble de 26 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias, erró el triple para forzar la prórroga sobre la bocina.