Calor para el goleador Morata, afectado por una enfermedad extraña | Fútbol | Deportes
El pasado domingo, cuando Diego Pablo Simeone le ordenó entrar en el terreno de juego tras el descanso en el partido ante el Celta, Álvaro Morata (Madrid, 31 años) no escuchó silbidos por parte de la hinchada rojiblanca pese a que no atraviesa su mejor momento. Sumido en un bache moral tras fallar una ocasión clara en el primer minuto del partido de vuelta con el Dortmund y digerir el palo de que Simeone le reemplazara en el intermedio, en otros tiempos, los reproches hubieran aflorado. Ya hace tiempo que Morata no es dudoso para la afición del Atlético, más allá de que esté más o menos acertado con el gol. Se ha instalado en la escena rojiblanca la intención de ayudarle a salir adelante de esta crisis.
El último en sumarse ha sido Luis de la Fuente. A un mes de la Eurocopa, el lunes el seleccionador español le dio a su delantero centro de referencia un chute anímico. “Irá a la Eurocopa, primero porque es nuestro capitán, y segundo porque ha tenido un comportamiento excepcional. No me genera dudas, es uno de esos jugadores que a veces ha rendido en la selección por encima de lo que lo ha hecho en su club”, advirtió De la Fuente en una entrevista en Teledeporte. El seleccionador ha seguido la misma guía que Luis Enrique en la Eurocopa de 2021 cuando Morata estaba muy afectado psicologicamente por los insultos que recibió en presencia de su mujer y de sus hijos por haber fallado algunas ocasiones claras. “Morata y diez más”, proclamó el preparador asturiano. Lo mismo ha hecho De la Fuente, que a dos semanas para dar la lista ya ha anunciado que el delantero rojiblanco será citado para la Eurocopa.
El seleccionador tuvo conocimiento desde el primer momento que Morata, además de un bajón anímico por lo sucedido en Dortmund, sufría una dolencia compleja. A aquel error ante Kobel se sumó días después una extraña enfermedad contraída de forma vírica, aseguran en el entorno del jugador. Morata se ha visto afectado en el último mes por la neuralgia del trigémino, que produce un dolor facial tan intenso que es conocida como la enfermedad del suicidio. La macabra denominación se debe a que es la dolencia que más porcentaje de muertes voluntarias genera.
El entorno del jugador dice que el tratamiento, a base de aerosoles, vapores y un medicamento del que se comunicó su uso a la UEFA, ha hecho efecto y que ya está recuperado. “Ahora solo falta que la bolita entre”, repite Morata en privado, expuesto como todos los goleadores al acierto en el remate.
En las sesiones de entrenamiento en el Cerro del Espino, sus compañeros han vivido con preocupación los efectos que la neuralgia del trigémino le producían en sus primeros días. Morata se presentaba armado de moral dando por hecho que la enfermedad estaba superada y al día siguiente tenía que quedarse en el gimnasio haciendo ejercicios que no requirieran de un gran esfuerzo físico. El vestuario hizo piña con uno de los jugadores que más cariño colecciona por su bonhomía. Riquelme no dudó en correr hacia el banquillo para abrazarse con él tras marcar el gol de la victoria ante el Mallorca.
Dedicatoria
“Tanto yo como mi familia estamos muy agradecidos a Álvaro por lo que me ayuda y no entiendo la gente que le critica, si lo conocieran no lo harían. Pero creo que en España, en nuestra sociedad, a la gente que tiene bondad como él tendemos a atacarla”, explicó después de Riquelme.
La caída futbolística y moral de Morata se ha producido justo en la temporada en la que firmó su mejor primera vuelta. En enero sumaba 19 goles ente todas las competiciones, a uno solo de su mejor registro como profesional. Desde entonces, solo le hizo un gol al Betis el pasado mes de marzo. Antes, un susto en la rodilla en el partido de ida de los octavos de final con el Inter de Milán ya empezó sacarle de punto. El error en Dortmund le hizo mucho daño durante el tiempo que siguió en el campo. Ser reemplazado en el descanso le terminó de rematar. Morata consideraba que podía seguir, que tenía la jerarquía suficiente para reponerse. Él, como el resto de sus compañeros, estaba muy ilusionado con la posibilidad de alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones. En su entorno aseguran que ha sido una suma de todo lo que le ha llevado a esta situación. Entre el bajón anímico y la neuralgia del trigémino desde la eliminación europea en el Westfalenstadion no ha vuelto a ser titular.
“Le veo con la misma ilusión y entusiasmo de siempre. Los delanteros, como cualquier futbolista, pasan por etapas mejores o peores. Necesitamos al mejor Morata. Ojalá que en este final de temporada lo podamos tener”, deseó este martes Simeone. Con el técnico argentino tuvo una charla en la pretemporada que fue definitiva para que se quedara. Para la próxima temporada, Morata sabe que el club no quiere desprenderse de él. Todo apunta a que jugador y entrenador tendrán que escucharse otra vez el uno al otro para determinar que es lo mejor para todos.
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