La UE acuerda armar a Ucrania con los rendimientos de los activos rusos congelados por las sanciones | Internacional

El dinero ruso ayudará a armar a Ucrania. Los representantes de los 27 Estados miembros de la UE han llegado este miércoles a un acuerdo político para enviar a Ucrania los rendimientos extraordinarios que están generando las decenas de millones de euros en activos rusos congelados por las sanciones europeas contra el Kremlin. Unos beneficios que se estiman en unos 3.000 millones de euros anuales y que pueden ascender a los 5.000, en función del mercado. El 90% de esos fondos se canalizará para equipar militarmente al país invadido por Rusia hace ya más de dos años; el resto, para su reconstrucción.

Ucrania, que está en una difícil situación en los frentes de batalla ante un pronosticado endurecimiento de la ofensiva rusa a finales de primavera, puede recibir el primer paquete de fondos, de unos 1.000 millones de euros, en julio. Hungría, considerado uno de los submarinos del Kremlin en la UE, y que a menudo trata de ralentizar o boicotear los planes para ayudar a Kiev, se ha abstenido en la votación de la medida. Rusia ha amenazado con represalias si las ganancias que están produciendo sus activos terminan en manos de Ucrania.

La luz verde de los representantes comunitarios a la propuesta del Servicio de Acción Exterior llega en pleno debate en el G-7 sobre los activos congelados rusos a nivel global. Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido abogan, al igual que Ucrania, por confiscar directamente esos activos en lugar de emplear solo los rendimientos que generan. Algo que rechazan Japón, Francia, Alemania, Italia y la UE. Es fundamentalmente en Europa ―mayoritariamente en Bélgica y después en Luxemburgo― donde se encuentran esos activos rusos.

Estructurar un sistema para usar los beneficios que están produciendo los activos ha sido muy complicado legal y políticamente. La confiscación total representaría un salto cualitativo y cuantitativo, con unos efectos económicos (para el euro), jurídicos, políticos y diplomáticos inmensos, advierten fuentes comunitarias. Pero a los países aliados de Kiev cada vez les resulta más difícil rascar de sus presupuestos para enviar ayuda económica y militar a Ucrania, por lo que el debate sobre los activos vinculados al Kremlin seguirá.

Inmediatamente después de la invasión a gran escala de Ucrania lanzada por el Kremlin, la UE congeló los activos que el Banco Central de Rusia tenía en Europa: alrededor de 210.000 millones de euros, que con el tiempo están generando unos beneficios inesperados. En febrero, la UE empezó a inmovilizar las ganancias de los depósitos de más de un millón de euros vinculados a esa institución.

Con la nueva regulación de la UE, que recibirá el remate final por parte de los ministros de Exteriores de los Estados miembros, el 90% de esos beneficios se destinarán a armar a Kiev, mientras que el 10% será para la reconstrucción. Además, se dejará un pequeño porcentaje (el 0,3%) para gastos de gestión para Euroclear, una entidad de compensación y liquidación que tiene en custodia en Bélgica activos rusos por valor de unos 190.000 millones de euros y que también podrá retener otro 10% para costear posibles demandas, y que si no se usase iría a parar también a Ucrania, según la propuesta adelantada por EL PAÍS.

Sacar adelante la medida ha sido difícil. De hecho, en las últimas semanas había encallado en Bélgica, sede de Euroclear, donde hay una tasa del 25% del impuesto de sociedades a esos activos. El Gobierno belga se ha enfrentado a durísimas críticas por hacer una “doble contabilidad”: aunque Bélgica asegura haber destinado los beneficios a la ayuda bilateral a Ucrania, Estados miembros como Alemania, Italia y Francia reclamaban garantías de que lo obtenido fuera en su totalidad para Kiev a través de la bolsa común. Bélgica se ha comprometido a transferir esos ingresos a un fondo internacional para Kiev.

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