Pedro Rocha, proclamado presidente de la Federación Española de Fútbol pese a estar investigado en la Operación Brodie y expedientado por el TAD | Fútbol | Deportes
Pedro Rocha (Cáceres, 69 años) ha sido proclamado este viernes nuevo presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) después de que la junta electora federativa le reconociera como el único candidato que ha presentado los 21 avales necesarios, presentó 107 sobre 138 posibles asambleístas. Rocha agotará el mandato de Luis Rubiales y convocará un nuevo proceso electoral para el ciclo olímpicos 2024-2028 en septiembre.
La proclamación de Rocha se ha dado pese a su condición de imputado en la Operación Brodie, en la que se investiga una presunta trama de corrupción en los negocios, administración desleal y pertenencia a organización criminal. Rocha defiende su presunción de inocencia, pero no se la concedió a otros empleados federativos investigados en la misma causa como Pedro González Segura, director de los servicios jurídicos de la RFEF, José Javier Jiménez, responsable de recursos humanos o Miguel García Silvero, responsable de infraestructuras. Los tres fueron apartados de sus cargos por el propio Rocha tras conocerse sus imputaciones, así como Albert Luque, director deportivo, y Rubén Ribera, director de marketing, ambos investigados por presunto acoso a Jennifer Hermoso.
El dirigente extremeño también tiene un expediente abierto por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por falta muy grave al haberse extralimitado en sus funciones como presidente de la comisión gestora de la RFEF. El jueves, José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), convocó a la comisión directiva del organismo gubernamental, que tenía la facultad de someter a votación la suspensión provisional de Rocha y toda la comisión gestora. No se llegó a votar siquiera.
Rodríguez Uribes aplazó la votación al próximo martes 30 de abril porque los servicios jurídicos del CSD dictaminaron que no se podía suspender a Rocha al no ocupar ningún cargo tras haber dimitido este como presidente de la gestora y de la territorial extremeña. El martes ese argumento ya no será válido. En cuanto a los 25 miembros de la comisión gestora si podían ser suspendidos, pero según fuentes del CSD, no se hizo por no generar un vacío de poder. Al no suspender a la comisión gestora, el Gobierno español perdió la oportunidad de poner en marcha la regeneración de la federación que proclamaba tras la dimisión de Luis Rubiales. Con ese vacío de poder tenía la posibilidad de sugerir a la FIFA una intervención conjunta que esta no hubiera visto con malos ojos ante la falta de gobernanza en la federación.
Para justificar que no se suspendiera a los miembros de la comisión gestora, desde el CSD aseguraban que era prioritario crear antes el comité de normalización, supervisión y representación, anunciado por Rodríguez Uribes el jueves, por si el próximo martes se decide tanto la suspensión provisional de Rocha como la de todos los miembros de la comisión gestora que entren a formar parte de la junta directiva que nombre el nuevo mandamás del fútbol español. Una vez proclamado presidente, Rocha puede nombrar a miembros que no estén entre los expedientados por el TAD para ser reemplazado por uno de ellos si el martes el CSD se atreve a suspenderle provisionalmente.
La creación del citado comité ha puesto en alerta a la FIFA y a la UEFA al considerar que puede derivar en injerencias gubernamentales. Ambas instituciones van a monitorizar los pasos que da el CSD bajo la amenaza de la expulsión de las selecciones y los clubes españoles de las competiciones internacionales, con la Eurocopa de Alemania y los Juegos Olímpicos de París a las puertas de disputarse este verano. Tanto la FIFA como la UEFA tienen previsto solicitar por escrito documentación en la que el CSD deberá explicar la base jurídica que sustenta que el comité y sus miembros estén por encima de cualquier dirigente federativo, incluido su nuevo presidente. La creación del comité de normalización también ha generado que por primera vez la FIFA sí considere seriamente que la organización conjunta con Portugal y Marruecos del Mundial 2030 pueda verse afectada.
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