Roland Garros 2024: Calor para Nadal en el regreso a ‘su’ Chatrier | Tenis | Deportes
A eso de las cinco de la tarde de este lunes, Rafael Nadal irrumpió en la central de Roland Garros, alzó el cuello para divisar la cubierta cerrada y recibió el calor de la multitud de aficionados —unos 4.000 aproximadamente, casi un tercio del aforo— que aguardaban su regreso a la Philippe Chatrier, el escenario por antonomasia de su carrera. Hacía dos años que el tenista español no pisaba la arena de la pista francesa, su pista; exactamente, desde que derrotase al nórdico Casper Ruud en la final de 2022, preámbulo de su 14º título en el grande parisino.
Ausente el curso pasado por la lesión del psoas ilíaco que le apartó de la competición durante ocho meses, Nadal apura ahora los días con el deseo de llegar a tiempo al día 26, el domingo, la fecha de inicio del torneo. Así que todo ensayo cuenta, ya sea de mayor o menor intensidad. De entrada, el mallorquín, que el 3 de junio cumplirá 38 años, se ejercitó durante hora y media con los preparadores que le acompañarán estos días —Carlos Moyà, Marc López y Gustavo Marcaccio— en una primera toma de contacto que precederá a sesiones más intensas frente a otros tenistas profesionales.
Hace poco más de una semana, a Nadal no le quedó un buen sabor de boca a su salida del Foro Itálico de Roma, donde las buenas sensaciones obtenidas en las pruebas no tuvieron continuidad en la pista. “Faltan dos semanas [para Roland Garros], así que vamos a hacer todo lo posible para cambiar la situación”, expresó entonces, tras ser superado por el polaco Hubert Hurkacz (nueve del mundo) en la segunda estación. Se trataba del undécimo partido disputado desde su reaparición, en enero, y el octavo correspondiente a esta gira de tierra batida que afronta ya la recta final.
A lo largo de esta fase de readaptación, Nadal ha firmado cinco triunfos y tres derrotas; en concreto, alcanzó los cuartos de Brisbane, la segunda ronda del Godó, los octavos del Masters de Madrid y el registro ya citado en Roma. Tuvo que renunciar a principios de curso al Open de Australia y después, un problema en el abdominal le obligó a retrasar su vuelta a la actividad hasta mediados de abril porque le impedía sacar con normalidad, según confirmó su tío Toni. Ahora, sigue poniendo todo de su parte para poder saborear Roland Garros, que supondría el primer major que disputa desde el paso por Australia 2023.
Nadal y el resto de su equipo se personaron este lunes en las instalaciones del Bois de Boulogne, y el deportista fue reencontrándose con los trabajadores de la organización, a los que saludó atentamente, según reflejan los vídeos publicados por el torneo. Tras 715 días de ausencia en París, el balear dispondrá a partir de ahora de tres días más para calibrar el juego y definir o no su participación. Instalado en el 276º puesto de la lista mundial de la ATP —lo que le obliga a recurrir al ranking protegido para acceder al cuadro final—, confía en que la evolución sea positiva y pueda formar parte del sorteo que se efectuará este jueves (14.00).
Cabe recordar que su clasificación le expondría a duelos de máxima exigencia desde la primera ronda; esto es, podría toparse de forma temprana con rivales de la talla de Novak Djokovic, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner o Alexander Zverev, este último reciente campeón en Roma. Entretanto, la fase previa del torneo ya ha comenzado y estos días irán desembarcando el resto de las figuras del circuito. Alcaraz llegará pendiente del antebrazo derecho y Nole, turbio en las últimas fechas, aprovechará la semana para rodarse en Ginebra.
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